Señala al respecto el investigador social, Eisemhward Zapata, que aunque con una menor demanda, las organizaciones dedicadas al microtrafico de estupefacientes, buscan la forma de permanecer en el mercado desarrollando su actividad.
El servicio a domicilio en moto y el transporte de alimentos en pequeños furgones se ha constituido en la mejor manera para atender a sus clientes y a la vez evadir a las autoridades con falsos uniformes y acreditaciones de empresas reconocidas.