Lenta reactivación de las pequeñas y medianas empresas en Risaralda.
Una vez se dio la autorización para reiniciar actividades productivas después del aislamiento obligatorio por Covid-19, el sector comenzó a cumplir con las exigencias de bioseguridad con todo lo que ello implica en costos y trámites ante la administración municipal.
Del mismo modo resulta un tanto complejo el pago de obligaciones fijas impuestos, servicios públicos, arrendamientos lo que ha sido muy difícil frente a la imposibilidad de recibir ingresos por ventas.